Unas 30 personas se podrían haber empadronado de forma fraudulenta en la capital conquense donde el colectivo contaba con dos ciudadanos indios que actuaban de máximos responsables. Lograban entre 12.000 y 15.000 euros por realizar todos los trámites.
Iván Ferreros, portavoz de la Policía Nacional en Castilla-La Mancha, afirma que se ha detenido a siete componentes de esta organización criminal que tenían establecido su propio modus operandi, captando a mujeres de la Unión Europea que simulaban ser las supuestas cónyuges de los ciudadanos asiáticos, facilitando un certificado falso como documento para acreditar el vínculo matrimonial.
La investigación ha puesto de relieve también que la organización actuaba en otros puntos de España como Alicante, Barcelona y Almería, además de países del entorno como Portugal.