Pero muchos de los jóvenes, que ahora tienen entre 20 y 30 años, señalan la crisis de 2008 como un punto de inflexión en sus vidas. “Un acontecimiento que ha marcado a mi generación sin duda y que nunca podremos olvidar es la crisis económica del 2008, ese desastre económico que se llevó por delante a tantas familias” explica en Onda Cero Ángel, un joven de 23 años.
Vivieron esa crisis de 2008 siendo niños o adolescentes. Ahora tienen entre 20 y 30 años, están entre la Generación Z y la Millenial, y esa crisis económica y social marcó su forma de ser, con sus padres en paro o una situación económica delicada en casa. Como Melina, de 24 años, argentina de nacimiento, andaluza de adopción. “Cuando nos vinimos a España, allá por el 2003, poco después del corralito en Argentina, lo hicimos buscando una estabilidad económica” explica Melina. Pero llegó la crisis económica. “Llegaron las vacas flacas y más del sueldo de una persona se iba en la hipoteca. Mis padres perdieron el trabajo y perdimos la casa” añade.
Viven ahora una segunda crisis cuando empezaban a tener expectativas de futuro y laborales. Clarisa, de 24 años está a punto de acabar la carrera de Estudios de Asia Oriental y trabajaba para poder pagarse la matrícula. Ahora, le invade la incertidumbre. “Mis padres se dedican a rentar hoteles. Yo he trabajado para pagarme los estudios y tengo algún ahorro, pero solo da para pagar la matrícul
La precariedad y la temporalidad de los empleos les golpean y ahora se ven obligados a posponer todos sus planes de vida. Según dicen ellos mismos, se han resignado a saber que probablemente no vivirán mejor que sus padres.
Y es que más de la mitad, un 53%, de los despedidos durante este mes de marzo fueron jóvenes menores de 35 años. Pero ellos aseguran que, como hicieron sus padres, lucharán por salir adelante.