Lo puede decir más alto, pero no más claro: "Cada recorte es una amenaza para el futuro de los países". El secretario general de la Liga de universidades excelentes, Kurt Deketelaere, reclama una financiación estable para los campus de Europa. “No podemos tener los mejores estudiantes, el mejor personal o la mejor infraestructura investigadora si no conseguimos un soporte financiero y no financiero que sea suficiente”. Se trata de un proceso que no es inmediato, sino que requiere “tiempo, paciencia e inversión”. En un desayuno informativo, ha defendido que los ministros de Educación están “de su lado”, pero los de Economía y Finanzas son su “enemigo número uno”, porque son los que deciden los fondos y el dinero.
Deketelaere pone como ejemplo a los países asiáticos como Japón y China, que invierten hasta un 5% de su Producto Interior Bruto en Investigación, Innovación y Educación –la media europea está en el 2%- y que han hecho grandes avances en la última década. “Denles otros diez años y comprobarán cómo Europa se encontrará en una situación muy problemática”. En su opinión, los ejecutivos del viejo continente deberían tener claro que la financiación universitaria no es un coste, sino una inversión: “Es una pena que tantos gobiernos hayan recurrido a recortes fáciles después de la crisis económica”.
Ante esa caída generalizada de la financiación pública –con alguna rara excepción como Alemania-, el secretario general de la Liga de Universidades Excelentes insiste en la necesidad de captar fondos de fundaciones, benefactores o filántropos: “Tenemos que desarrollar una política de donaciones en Europa”. Deketelaere cree que es una cuestión de inversión a largo plazo, pero también de ser más eficaces y eficientes y de los campus hagan equipo: “Sólo sumando fuerzas podremos competir”.
España podría ser la "California de Europa"
El secretario general de la Liga de universidades excelentes cree que España reúne "todos los ingredientes" para convertirse en la California de Europa, aunque los campus de nuestro país deberían buscar un mayor equilibrio entre la autonomía y la rendición de cuentas. “Las universidades son empresas, hay que dirigirlas como una compañía, no pueden ser eficaces si están sobrecargadas con problemas burocráticos”. Deketelaere sostiene que nuestro país atraerá de nuevo a los estudiantes e investigadores que se marcharon durante la crisis económica y dice que, si somos capaces de combinar esa vuelta con unas mejores condiciones para la investigación e innovación, nos podremos equiparar a la puntera California.