VIOLENCIA DE GÉNERO

Casi el 14% de los adolescentes ha sido víctima de algún tipo de violencia en sus relaciones de pareja

Esta es una de las conclusiones de la investigación "Violencia en las relaciones de pareja entre adolescentes" del Observatorio Social de la Fundación La Caixa. Concretamente, un 10,1% de los jóvenes ha sido víctima de conductas de control por parte de sus parejas.

Jessica de Jesús

Madrid | 04.03.2024 12:10

Adolescente interactuando con su teléfono con su pareja y amigos
Adolescente interactuando con su teléfono con su pareja y amigos | Pixabay.com

Semana del 8M en el que vamos conociendo distintos informes. Hoy ha sido el turno del Observatorio Social de la Fundación La Caixa con su artículo de investigación "Violencia en las relaciones de pareja entre adolescentes". En él definen como violencia de control todos aquellos comportamientos donde se limita la relación de la pareja con sus amistades, se les impide reunirse con otras personas o se le revise el teléfono móvil, entre otras conductas. El artículo, liderado por los investigadores Noemí Pereda, Marta Codina y Diego A. Díaz- Faes, de la Universitat de Bacelona, además de abordar la violencia en parejas adolescentes desde la perspectiva de las víctimas, estudia la posición de los que la ejercen en sus relaciones. Para ello han analizado las respuestas de 4.004 jóvenes escolarizados: un 51,2% son chicas, el 46,2% chicos y el 0,9% se identificaron como otros.

El 10,1% de los adolescentes confiesa haber sido víctima de conductas de control en sus relaciones de pareja, siendo las chicas con edades comprendidas entre 14 y 17 años las que declaran más victimización por este tipo de violencia que los chicos. Un 13,3% de ellas se sienten sometidas a este tipo de coacciones en sus relaciones sentimentales, frente al 7,1% de los chicos. "La tasa de conductas de control que se ha obtenido en el estudio es muy similar a la encontrada en otros estudios nacionales previos e incluso en otros estudios europeos: dichas conductas afectan a 1 de cada 10 jóvenes españoles. Esta forma de violencia vinculada a las conductas de control se encuentra muy relacionada con una visión muy tradicional y patriarcal de lo que supone que es el amor romántico, un modelo de relación en el que se interpreta el control como interés y respeto por la pareja" expone Noemí Pereda, coautora del estudio.

Además, un 6,8% de las chicas declara más victimización por agresión sexual frente al 2,1% de los chicos. Pero en el caso de agresión física, son los chicos (un 4,5%) los que declaran más victimización (las chicas lo hacen un 3,6%). Los resultados del estudio muestran también que casi el 14% de los jóvenes ha sido víctima de algún tipo de violencia en sus relaciones sentimentales y el 4,8% reconoce haberla ejercido contra su pareja, siendo la violencia de control la más común. "Cabe tener en cuenta que, en muchos casos, estas relaciones en las que ambos reportan que controlan a sus parejas son temporales y el modelo del amor romántico desaparece con el paso del tiempo y nuevas relaciones. Sin embargo, en algunos casos esta conducta de control puede escalar a otras formas de violencia más graves como la violencia física o la sexual, por lo que debemos incidir a través de la educación sobre estas concepciones dañinas de las relaciones y el amor que coartan la libertad de los jóvenes y los instan a seguir un modelo de violencia" añade Pereda.

Si miramos la tasa de perpetración de la violencia por sexos, en la violencia de control el 4,2% son chicas y el 1,9% son chicos; en las agresiones físicas el 3,3% son chicas y el 1,1% son chicos; en las agresiones sexuales el 0,3% chicas y el 0,9% chicos. A pesar de que las chicas sean más víctimas de conductas de control, también indican que controlan a sus parejas en mayor medida: "Este resultado, que puede parecer contradictorio, tiene su explicación en el modelo educativo que ha primado en los últimos años respecto a la violencia en las parejas adolescentes y que ha generado que muchas chicas sean más sensibles a reportar estas conductas" puntualiza la investigadora Pereda "sin embargo, es probable que los chicos reporten menos sus conductas de perpetración a causa del mayor rechazo social que reciben cuando dicen cometerlas".