Gabilondo impulsó las negociaciones para un pacto político y social de Estado por la educación cuando fue ministro (2009-2011), que finalmente el PP no firmó.
No obstante, entonces se consiguió un consenso social sobre las necesidades del sistema, y si ahora no hay un acuerdo social no bastará con uno político, ha comentado a la prensa antes de comparecer en la Comisión de Educación del Congreso con motivo de la subcomisión que buscará un acuerdo de Estado.
El pacto, ha añadido, tiene que suponer estabilidad de objetivos, de financiación, legislativa y basado en uno "interterritorial", dadas las competencias transferidas a las comunidades.
El pacto no es solo el mejor camino, sino el único para conseguir todo eso, ha enfatizado.