El corte, del que brotaron un par de gotas de sangre que manchó la esclavina, fue rápidamente curado por el comandante de la Gendarmería Vaticana, Doménico Giani, lo que permitió al pontífice seguir con sus actividades en Cartagena de Indias.
"El papa está bien, se golpeó con el cristal del papamóvil, tiene un golpe encima de la ceja y en el pómulo y se le ha aplicado hielo", dijo el portavoz vaticano, Greg Burke.
Después de la cura y de saludar a algunos fieles, Francisco abordó de nuevo el papamóvil para dirigirse a la iglesia de san Pedro Claver, en el centro histórico de Cartagena, donde orará ante las reliquias del jesuita español del siglo XVII y rezará el Ángelus.