Oliver Bunford había ahorrado para comprarse un teléfono móvil para llamar a su padre que se encuentra a más de 65 kilómetros de distancia, según publica Metro.
Su madre adquirió el teléfono a través de un grupo de Facebook y el pequeño estaba encantado porque el teléfono le costó menos de 50 euros.
Sin embargo, al poco tiempo el menor se percató que el móvil estaba defectuoso. La madre contactó con el vendedor y éste le amenazó con dañar su propiedad.
Para evitar que otras personas sean estafadas, la madre de Oliver, Sabrina Jane Skayman, publicó en Facebook una imagen del pequeño y se sorprendió de la respuesta de los internautas. Varias personas le ofrecieron dinero, pero al final aceptó otro teléfono de un usuario.
"Es agradable ver que hay personas dignas en el mundo.He rechazado ofertas de los cientos personas aunque estoy tan abrumada por su amabilidad", señaló.