Mueren seis cooperantes de Cruz Roja tras un ataque a uno de sus convoyes en Afganistán
"Por ahora solo sabemos que un grupo armado atacó el convoy de vehículos, pero es pronto para saber quién está detrás del ataque", indicó un portavoz de Cruz Roja en Kabul.
Seis empleados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) han muerto y otros dos permanecen desaparecidos tras un ataque a un convoy de esa organización en el norte de Afganistán, informó una fuente del organismo. "Seis empleados del CIRC han muerto en un ataque armado en la provincia norteña de Jawzjan hoy por la mañana", indicó Ahmad Ramin Ayaz, portavoz de la organización en Kabul, que no dio detalles sobre la nacionalidad de los fallecidos.
"Por ahora solo sabemos que un grupo armado atacó el convoy de vehículos, pero es pronto para saber quién está detrás del ataque", señaló. En una notificación posterior en su cuenta de Twitter, el CICR confirmó la muerte de los seis empleados y explicó que hay "dos desaparecidos".
Sin ofrecer detalles sobre la identidad de los integrantes de la expedición, Ramin indicó que se trata de "los que reparten la ayuda humanitaria a aquellas personas que necesitan asistencia y están involucrados en actividades humanitarias". El ataque al convoy del Comité de la Cruz Roja se produjo tres semanas después de la liberación del cooperante español Juan Carlos Real, de esa organización, tras un secuestro de casi un mes en el norte de Afganistán. La Cruz Roja pidió a mediados de enero a todas las partes involucradas en el conflicto afgano que garanticen la seguridad de sus trabajadores.
"El mensaje principal (a todas las partes involucradas en la guerra) es que provean a las organizaciones humanitarias de la seguridad necesaria para que sean capaces de ayudar a los afganos que sufren por el conflicto", manifestó entonces el portavoz del CICR en Afganistán Thomas Glass. El CICR se encuentra en Afganistán desde hace 30 años, donde provee ayuda médica, servicios de agua y sanitarios; realiza visitas a centros de detención y actúa como intermediario neutral para permitir que el trabajo humanitario llegue a todo el país.