Alrededor de 800 bomberos participan en las labores de extinción del incendio con las condiciones meteorológicas en contra.
A pesar de que Protección Civil da por controlado el fuego, el aumento de las temperaturas y el cambio de la dirección del viento han complicado el trabajo en las zonas afectadas.
Desde que se declaró el incendio, unas 30 personas han tenido que ser atendidas -una de ellas, de gravedad-.
Las autoridades no descartan la participación humanatras encontrar artefactos en zonas próximas en un suceso que el propio ministro de Interior portugés, Eduardo Cabrita, ha calificado de "extraño".
"¿Cómo pueden empezar entre las 02:30 horas y las 03:30 horas hasta cinco incendios de dimensiones significativas en una zona muy próxima?", ha dicho.
De momento, hay un hombre detenido, sospechoso de haber iniciado el fuego.
Mientras tanto, las autoridades portuguesas siguen recibiendo ayuda de la UE, que colabora produciendo mapas satélites de los incendios.