El que más medios moviliza es el declarado en Águeda, en el centro del país, según el último balance de la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC), en el que se incluyen otros nueve fuegos preocupantes.
Los otros nueve más complicados afectan a las localidades de Viana do Castelo, Castanheira de Pera, Gondomar, Viseu, Arcos de Valdevez, Gouveia, Vilanova de Cerveira, Barcelos y Arouca.
Las llamas preocupan también en el archipiélago de Madeira, donde el Gobierno ha decretado el plan de contingencia regional a raíz de los cuatro frentes de fuego declarados este lunes y que aún permanecen activos en distintos puntos de la isla.
Bomberos, militares, retenes y voluntarios se encuentran movilizados para tratar de combatir esta oleada de fuegos que ha llevado al primer ministro luso, António Costa, a interrumpir sus vacaciones y regresar hoy a Lisboa para seguir de cerca la situación.
De momento, no se han registrado víctimas, solo algunos afectados por las columnas de humo, así como algunas viviendas destruidas y destrozos considerables en propiedades agrícolas.
Con un área forestal de unos tres millones de hectáreas, Portugal fue considerado el Estado miembro europeo más castigado por las llamas entre 2000 y 2010, con una superficie media quemada superior a la de países mucho mayores, como España.
Además de las altas temperaturas y el viento, la plantación de especies de árboles como los ignífugos eucaliptos han contribuido a que las llamas se propaguen con más voracidad.