Según el fallo leído por el presidente de la corte, el juez Ahmed Sabri, Mursi y otras doce personas fueron sentenciadas a 20 años de prisión por uso de la fuerza y la violencia y retención de personas, acompañada de maltratos y tortura.
El magistrado les declaró inocentes de dos cargos: asesinato con premeditación y porte ilegal de armas, por los que podrían haber sido condenados a la pena capital.
Esta es la primera sentencia inculpatoria contra Mursi, que fue depuesto en julio de 2013 en un golpe militar liderado por el entonces jefe del Ejército y actual presidente, Abdelfatah al Sisi, tras varios días de multitudinarias protestas.