Mientras tanto durante la noche, los cooperantes han participado en el rescate de otros 113 inmigrantes que ahora se encuentran en un buque mercante, añadió el portavoz. "No tenemos ninguna noticia. No se ha producido el transbordo de los inmigrantes y tampoco nos han llamado para asignarnos un puerto seguro", subrayó Steier.
La ONG explicó que socorrió a estas personas que se encontraban en dificultad frente a las costas de Libia, mientras que Italia les acusa de no haber obedecido a las órdenes de las Guardia Costera italiana y libia que les pidieron que esperasen porque estaba llegando un barco del país norteafricano.
El ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, había asegurado que las ONG "no tocarán suelo italiano" en referencia a este nuevo caso de Lifeline y tras el rechazo del Aquarius y los 630 inmigrantes que llevaba a bordo y que finalmente desembarcó en Valencia (España).
El ministro de Infraestructuras y Transportes, Danilo Toninelli, explicó que los 224 rescatados serían trasladados a barcos de la Guardia Costera y que la embarcación de la ONG sea conducida a un puerto en Italia para ser investigada. Toninelli grabó un mensaje en la red social Facebook y leyó un comunicado del Gobierno holandés en el que asegura que esa nave "porta ilegalmente la bandera holandesa" y por tanto sería requisada y llevada a puerto.
Sin embargo la ONG alemana publicó en las redes sociales los documentos que prueban que la embarcación está efectivamente registrada en Holanda en fecha 19 de septiembre de 2017 y con validez hasta 2019. Salvini reitero su posición anoche durante un mitin en Terni (centro de Italia) al afirmar que "se trata de un barco pirata" y que no llegará a los puertos italianos y les invitó a ir a Malta "que está más cerca". Si llegan a Italia "les confiscamos el barco y les procesemos por favorecer la inmigración clandestina", agregó.