Tanto Julio Segura, como su número dos Fernando Restoy han asegurado en la Audiencia Nacional que no tuvieron conocimiento de los correos en los que un inspector del Banco de España alertaba de la posible inviabilidad de la salida a Bolsa de la entidad.
Ambos han defendido todas las actuaciones de ese organismo en esa operación y se han remitido a las cuentas auditadas y aprobadas. Descargan en el Banco de España la competencia sobre la autorización y dicen que la CNMV no autorizó la salida a Bolsa de Bankia.
En todo caso, en el folleto cuya revisión sí les compete, estaban contemplados todos los riesgos. También han avalado que hubo 6.900 millones de euros de provisiones que son las que pusieron en duda los peritos que en su día señalaron que en las cuentas no se reflejó la imagen fiel de la entidad.