Sánchez se mantendrá firme a pesar de la presión de PP y Ciudadanos para que flexibilice su postura y acepte finalmente la abstención de los socialistas para desbloquear la formación de gobierno.
"La posición no cambia", han sentenciado fuentes de Ferraz para ratificar la negativa a Rajoy durante la ronda de consultas con Felipe VI, que se prolongará del martes al jueves de esta semana.
Según el equipo de Sánchez, no han surgido elementos nuevos como para que el PSOE se plantee un cambio de posición, por lo que "al seguir todo igual", el secretario general será tajante en su audiencia con el Rey.
Ferraz considera que Rajoy puede asegurarse la investidura con el sí de Ciudadanos y Coalición Canarias y, al menos, la abstención de Convergencia y PNV, por lo que el PSOE sería prescindible.
Para los socialistas, la abstención en la reelección de Rajoy supondría "perder la confianza" de los militantes y su electorado, por lo que no están dispuestos a asumir ese sacrificio.
"Nuestra gente dice que nos ha votado para que gobierne el PSOE, no para que gobierne el PP. Y que si se tiene que ir a unas terceras elecciones, vamos y punto", asegura a EFE desde la Ejecutiva Federal.
La dirección de Sánchez critica que el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, esté favoreciendo la estrategia de Rajoy de "poner contra las cuerdas" al PSOE, escudándose incluso en la figura del Rey.
"Nos pide responsabilidad, pero ¿Podemos no es responsable con 71 diputados?", añaden las fuentes para sugerir que los socialistas podrían plantearse en último instancia una abstención si también lo hace la formación de Pablo Iglesias.
En el grupo parlamentario del PSOE en el Congreso se comparte el convencimiento de que Sánchez va a mantenerse firme ante Felipe VI porque "no queda otra y hay muchos más motivos para el no".
Aunque Sánchez reiterará su disposición a que el PSOE "va a estar siempre en la solución" y que el objetivo es evitar las urnas, en las filas socialistas no se cierra la puerta a unos nuevos comicios.
"Si hay terceras elecciones, no será por nosotros", apuntan a EFE desde la dirección del grupo parlamentario.
Las fuentes recuerdan que con el apoyo de Ciudadanos, el PP sumaría 169 escaños, los mismos con los que José Luis Rodríguez Zapatero gobernó en su segundo mandato (2008-2011).
Algunos diputados, en cambio, son la de la teoría de que si Rajoy tiene detrás 169 apoyos, "se podrá entender una posible abstención" para desbloquear la situación, siempre que el PP "se mueva" antes y sume aliados que le dejen al borde de esa mayoría.
La tesis que defiende esta facción es que Sánchez ha planteado "una huida hacia adelante" encastillándose en el rechazo a Rajoy "porque no quiere asumir la responsabilidad" de facilitarle las cosas al PP.
"Está esperando a que algunos de los barones críticos pidan la abstención para convocar una consulta a la militancia" para que ésta decida qué hacer, argumenta uno de los diputados que se sale de la línea oficial.
A su juicio, hay que dejar gobernar al PP porque "la UE no va a dar tregua a España" en los próximos meses y es preferible que "Rajoy asuma los recortes" que deberán hacerse a partir de septiembre.
Eso permitiría "dar tiempo al PSOE para reorganizarse en la oposición" y contribuir con otros partidos, como Podemos, a que haya una "presión muy fuerte" en el Congreso que desgaste al PP.
Entre los miembros de la Ejecutiva y del grupo parlamentario, son mayoritarias las voces que ven inviable que Sánchez pueda intentar de nuevo la investidura sustentándose en Podemos y Ciudadanos.
No obstante, el secretario general aún no ha descartado por completo esta posibilidad en las cuatro intervenciones públicas que ha tenido desde la noche electoral.
"Es el tiempo de Rajoy", se limitan a subrayar en Ferraz para desviar el foco.
La última vez que Sánchez compareció fue el pasado día 18, en la reunión del grupo socialista en el Congreso.
Para sacudirse la presión, el secretario general ha vuelto a resguardarse en el silencio desde entonces y a que sean otros portavoces los que den la cara, aunque su equipo remarca que mantiene una intensa actividad.
No se espera que Sánchez vuelva a escena hasta después de la audiencia con el Rey, por lo que habrán transcurrido diez días desde su última aparición.