La elección de Echenique, que asume el cargo con el objetivo de inaugurar una nueva etapa en Podemos que profundice en la descentralización y participación, era una apuesta segura y quizá la única capaz de generar de antemano un consenso tan amplio en el partido tras la destitución de Pascual, hombre de confianza de Íñigo Errejón.
El nuevo secretario de Organización cuenta con la simpatía de prácticamente todos los sectores de la formación y era poco previsible que se alzara alguna voz en contra de su nombramiento, pese a que no todos han compartido las formas y el fondo que han rodeado al cese de Pascual, ante el que el propio Errejón ha reconocido su desacuerdo.
Desde hoy, el diputado aragonés se esforzará en poner en marcha el nuevo modelo organizativo que ha planteado a la dirección del partido y que aboga por dar más protagonismo a los territorios, tender a la federalización, fomentar los mecanismos participativos y potenciar los círculos como ámbitos de decisión.
Pablo Echenique junto al secretario general del partido, Pablo Iglesias, que le eligió para el cargo, tienen intención de iniciar una ruta por distintos territorios para pulsar de primera mano las necesidades de sus órganos regionales y locales y recuperar el contacto con sus simpatizantes.
El propio Echenique reconocía hoy la "desatención" a las bases durante este último ciclo "acelerado" que Podemos concibió para afrontar las elecciones generales del pasado 20 de diciembre tras los comicios europeos de 2014 y los autonómicos y locales de 2015.
"Hasta ahora teníamos una manera de funcionar internamente que tenía que ver un ciclo político muy corto y acelerado con el objetivo fundamental de abrir una brecha electoral", explicaba Echenique este sábado a los periodistas.
El secretario general de Podemos Aragón cree que es momento de atajar los problemas detectados y abrir "una nueva fase" más dialogante, más feminizada y más descentralizada.
Para esa nueva etapa, el plan de Echenique supone aumentar las competencias y la autonomía de los órganos de Podemos a nivel municipal y autonómico, rescatar a los círculos y recuperar así la esencia asamblearia que Podemos dejó de lado para enfrentarse con mayor eficacia a los retos electorales.
Esa nueva estructura se acerca más en cierto modo al modelo que el propio Echenique defendió en la Asamblea fundacional de Vistalegre en 2014, cuando el desde hoy secretario de Organización fue uno de los más críticos con el modelo más vertical que propugnaba el equipo de Iglesias y que entonces logró imponerse.