En una asamblea abierta a la ciudadanía en la que ha intervenido en Granada, Pedro Sánchez ha enfatizado que la posición del PSOE es "clara" en el sentido de que el máximo representante de un gobierno autonómico "tiene que vivir en esa tierra", y se ha preguntado "con qué fuerza moral va a exigir" un dirigente "el cumplimiento de las leyes si es incapaz de asumir las consecuencias de sus actos".
En alusión a la situación en Bruselas del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, el líder socialista ha lamentado que el "debate político" nacional esté en este momento "monopolizado por Cataluña", por la "irresponsabilidad" de los "secesionistas", y de un Gobierno que es "víctima" de un "inmovilismo", que lo hace, en su opinión, "incapaz de solucionar" el tema.
"España es mucho más que este debate", y cuenta con "muchísimos desafíos" y "riesgos que afrontar", por lo que "no puede quedar parada" ni estancada, ha señalado Pedro Sánchez, incidiendo en que se han de emplear al menos los mismos esfuerzos para resolver la cuestión territorial que para muchas otras cosas que tienen que ver con el día a día de los ciudadanos.
Ha lamentado que tiene la sensación de que, tras las últimas elecciones autonómicas, se ha "vuelto a la casilla de salida" y que en los próximos años pueda continuar este debate sobre Puigdemont o la situación catalana, en una legislatura que, en el ámbito nacional, considera agotada.
Sánchez ha realizado estas declaraciones en la primera de las más de 50 asambleas abiertas a la ciudadanía con las que el Partido Socialista ha iniciado 2018 con el objetivo de "exponer los grandes retos y transformaciones que tiene que asumir el país desde una orientación claramente social y de izquierdas", centrada en el sistema público de pensiones.