El arrestado, según ha informado el ministerio del Interior, "suponía una clara amenaza para la seguridad nacional" al servicio de las redes sociales de las que se servía para reclutar a activistas seleccionados por él.
Al parecer, el detenido emitía mensajes radicales muy contundentes para captar a combatientes para la Yihad, promoviendo atentados y facilitando el viaje a las zonas de conflicto de Siria e Irak, con el fin de que se integraran en las filas del estado Islámico.
Interior señala que, por otro lado, en grupos más reducidos, y ante una audiencia muy seleccionada, el detenido instaba a la comisión de acciones terroristas en territorio español y europeo.
Según las investigaciones, el hombre mantenía estrechos contactos con responsables terroristas radicados en Siria al servicio del Daesh, quienes se encargaban de facilitar la llegada de nuevos combatientes y de proporcionar las ordenes y los recursos para posibles acciones terroristas en España y otros países del entorno.
La operación, con la que según Interior, se ha neutralizado una "amenaza directa", sigue abierta y está dirigida por el juzgado número 3 de la Audiencia Nacional y la Fiscalía.