En rueda de prensa para presentar el primer informe trimestral del mercado de trabajo y su nuevo servicio de análisis, el director del servicio de estudios de Randstad Research, Valentín Bote, ha precisado que el SEPE está más centrado en la gestión de prestaciones y en cuestiones administrativas que en buscar empleo y ha pronosticado un paro estructural superior al 10 %, a menos que se tomen medidas políticas.
En sus previsiones, el responsable de Randstad Research ha señalado que el año se cerrará con un crecimiento del empleo en torno al 3 % y ha asegurado que la tasa de paro no cederá del 20 % en el cuarto trimestre, que es "bastante plano", por lo que habrá que esperar a la próxima primavera, un período "mas propicio" para bajar esa barrera psicológica.
Bote también ha dicho que el ritmo de crecimiento de las contrataciones, tanto temporales como indefinidas, seguirá manteniendo su vigor y estará por encima del 10 %.
Preguntado sobre la conveniencia de derogar la reforma laboral, el director del departamento de estudios ha señalado que en cualquier medida laboral hay "ganadores y perdedores" y, en este caso, ha explicado el ganador sería el trabajador con más antigüedad y más coste por despido y el "perdedor", los jóvenes que intentan acceder por primera vez al mercado de trabajo.
El responsable de Randstad Research también se ha referido a la cualificación y ha asegurado que en un horizonte de 10 años, hasta 2025, habrá un proceso "intenso" de creación de empleo centrado en perfiles medio-alto de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.
En ese escenario, ha avanzado que el problema de España es que el perfil de los desempleados y el de los ocupados no responde a esas oportunidades laborales que van a surgir, y que coparán más del 70 % el empleo de nueva creación.
"Si no somos capaces de generar la cualificación de los parados, el empleo se va a crear pero no en este país" ha advertido.
Bote también se ha referido al empleo público y ha afirmado que en los años de la crisis se ha asistido a un crecimiento "esquizofrénico" del empleo público y en poco más de dos años se crearon 400.000 empleos, superando los 3,3 millones.
No obstante, ha reconocido que a partir de 2011 comenzó un ajuste, que volvió a niveles previos a la crisis si bien en el último año el repunte llegó a 80.000 puestos de trabajo.
Bote ha hecho hincapié en que se trata de empleos temporales y se ha preguntado "cómo se selecciona al empleado público temporal".
Sobre este asunto, Bote ha recordado que las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) de España están a la cola de Europa en la gestión de la temporalidad.
En este sentido, ha asegurado que cuando la gestión de la temporalidad es más eficiente las tasas de paro disminuyen.
Bote ha insistido en el monopolio de los servicios públicos de empleo por no ser capaces de intermediar y ha afirmado que en otros países la situación está normalizada.
Ha explicado que en España el volumen de contratación que es fruto de la intermediación de los servicios públicos de empleo está por debajo del 3 % mientras que en Reino Unido se sitúa por encima del 30 %.
Este responsable ha abogado por "abrir los ojos" a nuevas experiencias y estar atentos a otros modelos, porque está probado que la intermediación aquí "está fallando".
Además, Bote se ha referido al clima laboral, ha confirmado que es más "pacífico", y lo demuestra, ha dicho, el hecho de que las huelgas y los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) están volviendo a niveles previos a la crisis.