El portavoz del Grupo Parlamentario Vox, Ángel Pelayo Gordillo, ha ofrecido este viernes a la dirigente del PP en Extremadura, María Guardiola, una colaboración en el gobierno de la región de la que se ha mostrado "seguro de que será duradera, leal y eficaz".
Para ello, Vox otorgará un "voto de confianza al Gobierno naciente", encabezado por María Guardiola, del que Vox formará parte, y que según Gordillo, "será el comienzo de una nueva política" en Extremadura, y supondrá "este cambio que tanto tiempo llevamos esperando y que esta tierra merece desde hace décadas".
Ángel Pelayo Gordillo se ha pronunciado de esta forma durante su intervención en el debate de investidura de la candidata del PP, María Guardiola, como presidenta de la Junta de Extremadura, en cuyo discurso este pasado jueves observó "una laguna llamativa", ya que "no hizo apenas mención, eso es cierto, al acuerdo suscrito" con Vox.
En ese sentido, el dirigente de Vox ha confiado en que las competencias que Vox asumirá en el nuevo Gobierno, como es la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural, "cuente con los medios materiales necesarios para su desarrollo".
Por otra parte, el portavoz del Grupo Parlamentario Vox ha reafirmado este viernes que "la violencia es violencia", y como tal, "debe ser castigada y sus autores deben cumplir íntegramente sus penas, y no verse con sus condenas reducidas ni en la calle". Gordillo ha añadido que "la violencia es un mal en sí mismo que hay que atacar con decisión y con severidad", ha destacado en su intervención en el debate de investidura de la candidata a la Presidencia de la Junta, María Guardiola. A juicio del portavoz parlamentario de Vox, la sociedad "necesita acuerdos y normas de consenso que no dividan en bandos", así como "que no propicien la ruptura del pacto constitucional ni traten de moldear la historia, como dije, para imponer una memoria parcial y sesgada".
En su intervención, Gordillo se ha referido a la política del PSOE, en materia de convivencia, de "reescribir la historia por ley, imponer un relato uniforme, y en muchos casos falso, y un discurso oficial con tintes totalitarios que se extiende no solo a los años de la dictadura, sino también a la misma transición", ha apuntado. Un discurso que, a juicio de Gordillo, "busca volver a enfrentar a los españoles ochenta años después, identificando a unos y otros con cada uno de los bandos, estableciendo censuras y descalificaciones", ha aseverado.