Hoy venía pensando en... la rebelión de los muchachos

Hoy venía pensando en… la rebelión de los muchachos. Porque esa es la sensación que se me quedó tras el partido ante el Getafe.

La rebelión ante la adversidad. La rebelión ante el desmantelamiento de una plantilla campeona. La rebelión ante la venta de otro de los capitanes. La rebelión ante la actitud de Kondogbia de bajarse del barco. La rebelión ante un Getafe agresivo que pese a ir por debajo en el marcador nunca bajó los brazos.

La rebelión de un menor de edad que con una cabalgada prodigiosa hizo su primer tanto valencianista. La rebelión ante un gol en el último suspiro que parecía abocarles a la derrota. La rebelión de los Soler, Gayá y compañía que quieren demostrar que ellos también cuentan y mucho. La rebelión a tres derrotas consecutivas.

Porque aunque no se ganara a mi ayer me gustó el Valencia. Incluso me atrevería a decir que fue uno de los mejores partidos de la temporada. La actitud, las ganas, la solidaridad con el compañero, la agresividad y el trabajo tuvieron contra las cuerdas al Getafe de Bordalás, un equipo más hecho y cuyos resultados los últimos años ahí están.

Quiero pensar que lo de ayer no es solo un brote verde. Que esa manera de afrontar el partido será así en los siguientes. Que los futbolistas han entendido que la merma de calidad en la plantilla se suple con esfuerzo y tirando todos del mismo carro. Que aunque la plantilla esté descompensada y muy debilitada aún hay la calidad suficiente para poder ganar al que se ponga por delante.

Quiero pensar que lo de ayer no es flor de mayo. Que pese al empate que pudo ser derrota, los valencianistas demostraron que nada es imposible. Y que seguirá siendo así cada partido..