Hoy venía pensando en… algunas de las cosas que Mateo Castellá, uno de los patronos que votó a favor de la venta a Lim, dijo en la entrevista que le hicimos en este programa.
Y venía pensando concretamente en uno de los titulares que nos dio. Que el error fue vender las acciones a Lim sin la firma de ningún compromiso. Es cierto que en el contrato de compra se estipularon hasta un total de veinte puntos. Pero ninguno conllevaba ningún tipo de penalización si era incumplido. Es decir… papel mojado.
Papel mojado muchas de las cosas que por aquel entonces pregonaba Aurelio Martínez. “Que acabará el estadio antes del centenario”. Mentira. “Que bajará la deuda del club”. Mentira. Hasta la ha aumentado. Y así sucesivamente.
Veinte patronos votaron a favor.Dijo Mateo que había mucha “ilusión” por vender a Lim. Traduzcan la palabra “ilusión” por “presión”. Presión de aquellos que estaban empeñados, ellos sabrán el porqué, en que fuera Lim quien comprara. Y tan empeñados estaban que se les olvidó formalizar ningún tipo de compromiso del nuevo dueño.
Una vez en su propiedad la mayoría accionarial ya sabíamos por aquel entonces, al ver el contrato, que haría lo que le diera la gana sin que nadie pudiera decirle nada salvo lamentarnos. Y así lo está haciendo. Había prisa por vender e interés porque fuera él y no otro quien se adueñara del club.
Y hoy afloran los movimientos para tratar de que se marche. Movimientos multitudinarios pese a que Anil los califique de “minoría violenta”. Ni minoría ni violenta. Eso sí.. sin dinero ni penalizaciones por incumplimiento… hay poco que hacer
