Los datos aparecen en el balance económico de la legislatura que hoy han presentado el alcalde, Joan Ribó, y el concejal de Hacienda, Ramón Vilar. Ambos han defendido la buena gestión económica del tripartito.
El alcalde ha destacado la reducción de la deuda como uno de los mayores éxitos de esa gestión. Desde 2014 ha bajado en 338 millones de euros, pasando de un nivel de endeudamiento del 104,7 por ciento, al 52,59 por ciento actual, un reducción de casi la mitad del total. El descenso de la deuda ha ido además acompañada, según el gobierno municipal, por un incremento en la inspección tributaria. El Ayuntamiento ha logrado aumentar en más de 24 millones de euros la recaudación en estos tres últimos años gracias a sus campañas de inspección en tributos como los de obras (ICIO) o actividades económicas (IAE). Unos impuestos que con el PP, según Ribó, no se controlaban.
El Ayuntamiento también ha conseguido hacer aflorar 4,9 millones de euros en multas de tráfico impagadas, gracias al convenio suscrito con la Generalitat en 2017 para poder embargar cuentas bancarias no domiciliadas en València. El consistorio, por cierto, ha puesto ya en marcha la ampliación de ese convenio acordada el año pasado, y va a comenzar a embargar también a los morosos de impuestos municipales que no tienen cuentas en la ciudad.