Elche |
Tanto el Plan General de Ordenación Urbana de Elche como la Ley de Patrimonio Cultural de la Comunitat Valenciana imposibilitan la concesión de la licencia de derribo del viejo edificio del Mercado Central que ha solicitado Aparcisa, concesionaria de un nuevo mercado de abastos.
Así lo ha explicado este viernes el portavoz de la Junta de Gobierno Local en el Ayuntamiento de Elche, Héctor Díez, que ha afirmado que para poder conceder es licencia de derribo solicitada en el área que se delimita como Núcleo Histórico Tradicional (Vila Murada y el barrio del Raval), el planeamiento urbanístico local exige que el inmueble esté declarado en ruina o que el inicio de las obras esté previsto en el plazo de un mes.
Por otro lado, según ha desvelado Díez, la Ley de Patrimonio Cultural, que tiene un rango superior al Plan General, exige que los derribos de edificios en esa zona se condicionen a la valoración del proyecto de edificación, sin que éste exista en el proyecto de construcción de un nuevo mercado de abastos.
Junto a ese argumento de componente estrictamente legal, el portavoz del equipo de gobierno, formado por PSOE y Compromís, ha incidido en que la decisión política está tomada en el sentido de no ejecutar el proyecto de construcción del nuevo mercado central con aparcamiento adjudicado.
El motivo: el riesgo a que el Misteri d’Elx pierda la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
En este sentido, Héctor Díez, ha explicado que la decisión es inamovible, tal y como se ha trasladado tanto a Aparcisa como a los placeros del mercado provisional.
Héctor Díez, ha reiterado la voluntad del gobierno local de alcanzar un acuerdo para rescindir el contrato firmado con la empresa concesionaria de la construcción del nuevo mercado, si bien ha sido rotundo al avanzar que ese contrato se romperá de manera unilateral si no se alcanza un acuerdo en un “plazo prudente”, ha dicho.
El portavoz de la Junta de Gobierno Local ha destacado que acabar en los juzgados para dirimir el asunto “perjudica a todos” por ello ha pedido a Aparcisa que “recapacite” y opte por consensuar con el ayuntamiento la “rescisión” del contrato. Asimismo, ha solicitado a los placeros adscritos al proyecto adjudicado que favorezcan la solución consensuada.