el sacerdote afirma que no se trató "de una celebración del matrimonio sino de una bendición"

La Diócesis de Segorbe-Castellón estudia medidas contra un cura por "bendecir" un matrimonio gay en Onda

La celebración de una eucaristía en la que se "bendijo" una unión matrimonial entre dos mujeres, es la causa por la que la Diócesis de Segorbe-Castellón ha decidido tomar medidas disciplinares contra el párroco que presidió esta celebración. Desde la Diócesis se ha pedido explicaciones al sacerdote sobre esta actuación que "contradice gravemente" la doctrina de la Iglesia católica". El párroco ha reconocido el error de su actuación motivada por "una aplicación errónea de la misericordia".

ondacero.es
  Madrid | 24/08/2016
Imagen de la ceremonia en la parroquia de San Bartolomé en Onda

Imagen de la ceremonia en la parroquia de San Bartolomé en Onda / Infovaticana.com

La Diócesis de Segorbe-Castellón estudia medidas disciplinares para el cura de la parroquia de San Bartolomé de la localidad castellonense de Onda que celebró una eucaristía en la que "bendijo" la unión matrimonial entre dos mujeres el pasado día 30 de julio.

Fuentes de la Diócesis han explicado que esta actuación "contradice gravemente" la doctrina de la Iglesia católica "no sólo por pretender celebrar ante la Iglesia un matrimonio entre personas del mismo sexo, sino también presidir la celebración de la bendición de una unión civil previa entre personas del mismo sexo".

Las mismas fuentes han indicado que todavía no se ha tomado una decisión sobre qué acciones a nivel canónigo se aplicarán al párroco de San Bartolomé, José García. La Diócesis ha explicado que tras conocer los hechos el vicario general se entrevistó con el párroco, al que "le requirió información completa sobre lo acontecido y sobre el desarrollo del acto" y le pidió que aclarase los motivos por los que actuó de esta manera. José García afirmó que no se trató "de una celebración del matrimonio sino de una bendición".

El obispo de la Diócesis, Casimiro López, también se entrevistó con el cura, a quien advirtió de la gravedad del hecho, "aunque sólo hubiera sido una bendición, más allá de sus buenas intenciones". Según la Diócesis, el párroco reconoció ante el obispo el "grave error de su actuación", motivado por "una aplicación errónea de la misericordia al no haber distinguido la acogida y acompañamiento pastoral de las personas, de una parte, y, de otra parte, la aparente aprobación de una unión que la Iglesia no puede aprobar".

El párroco, según las mismas fuentes, "pide perdón a la Iglesia y a todos aquellos para los que su actuación pudiera ser motivo de escándalo y promete que nunca más volverá a llevar a cabo un actuación igual o similar". La Diócesis ha iniciado el proceso informativo para "sopesar si se dan en el caso los elementos necesarios para las medidas disciplinares establecidas en el Código de Derecho Canónico".

En un comunicado, la Diócesis ha indicado que como afirma el Catecismo de la Iglesia católica "toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser respetada en su dignidad y acogida con respeto, procurando evitar todo signo de discriminación injusta, y particularmente cualquier forma de agresión y violencia".

También hace referencia a la equiparación de las uniones entre personas homosexuales con el matrimonio y explica que "no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia".