Saludos al dios Neptuno
Hoy te voy a hablar de una vieja costumbre, de una tradición que se llama cruzar la línea y que tiene mucho que ver con nuestra historia, nuestras supersticiones… y ahora también con nuestro turismo náutico.
A lo largo de la historia cruzar el mar era algo tan complicado y difícil, que los navegantes hacían todo tipo de sacrificios antes de hacerse a la mar…
Si aquello ya era complicado, imagina cuando se realizaron los primeros viajes transoceánicos… Había que ser muy valiente, amar mucho el mar o estar muy desesperado para participar en aquellas empresas.
Hay una tradición que se llama cruzar la línea, y que tiene que ver con navegar y cruzar la línea del Ecuador… y dicen las historias, que los navegantes deberán rendir tributo al rey Neptuno, deberán pagar su pasaje con un bautizo especial… para evitar la ira del dios de los Mares.
La ceremonia se practicaba y se practica de diferentes formas. Los navegantes que yo conozco, que han participado en travesías como la Minitransat, reconocían que llevaban una botellita pequeña de cava. Cuando cruzaban la línea hacían un brindis y le daban un sorbo al mar, otra se la dedicaban a Neptuno, y la tercera, para adentro.
En barcos de la armada o algunos mercantes, se bautiza a los nuevos cuando se cruza la línea… algo asó como unas novatadas presididas por una reencarnación de Neptuno, pero de abordo. En los barcos turísticos, se celebra por todo lo alto… con disfraces y fiestas
Y en otros, los bautizados reciben incluso una acreditación por la que también adquieren un nombre de mar…
Yo no se si quiero ser Madame Delfín o la princesa de Columbretes… buena, me lo pensaré.
¿Y tu? ¿Has cruzado ya la línea?