Sólo he necesitado diez minutos para ponerme el simulador de envejecimiento en el Hospital Universitario de Getafe y de repente echarme encima 40 años. La Dra Marta Checa y el investigador Stefan Walter de la Fundación Biomédica del Hospital me ayudan a ponerme un traje que simula los achaques de la vejez, unas gafas ofrecen la posibilidad de experimentar una retinopatía diabética, un glaucoma, un desprendimiento de retina o unas cataratas. Yo probé las últimas gafas, las de cataratas y es lo más parecido a bucear en aguas sucias. Con unos casos simulamos una sordera.
El resto del traje se ocupa de la movilidad, un chaleco que puede llegar a pesar 15 kilos y que da esa sensación de cansancio constante, un collarín que simula la rigidez cervical, rodilleras que restringen la movilidad, pesas en muñecas y pies, y unos guantes con los que se pierde parte de la sensibilidad en las manos y la posibilidad de experimentar parkinson con unos guantes con corrientes que producen temblores.. A todo esto añadimos unas calzas planas con las que sentimos el miedo de los ancianos a caerse.
Y así con una simulación física que nos hace parecer Robocop o un artificiero intentamos hacer una tarea cotidiana. Caminar, encender una cocina de juguete, sacar un café de la máquina o firmar un documento.
[[DEST:Este simulador sirve para comprender como se siente los ancianos y como necesitan ser tratados en la sociedad]]
Apenas he caminado unos metros y la sensación es de haber hecho una maratón con una mochila cargada de piedras. Eso sin contar que no me duele nada ( no tengo artrosis, ni hernias, ni lesiones... ) y que NO estoy en un ambiente hostil, con coches que tocan el claxon para que cruce más rápido o en una cola de supermercado donde me apremian a que busque las monedas.
Ponerse este simulador de envejecimiento "no es un experimento científico, sino empático" como señala el investigador Stefan Walter. Este simulador sirve para comprender como se siente los ancianos y como necesitan ser tratados en la sociedad.
La geriatra Marta Checa lo ve cada día en su consulta " mis pacientes no quieren vivir más, quieren vivir mejor. Y la calidad de vida la da el ejercicio diario y una buena nutrición"
La fundación biomédica de investigación del Hospital de Getafe compró dos simuladores hace apenas un mes, el objetivo más inmediato es que alumnos de Medicina del ultimo curso de MIR lo prueben y sean capaces de ponerse en la piel de un paciente de avanzada edad. Entre los objetivos a medio plazo sacar este simulador a la calle, a espacios como parques o zonas comerciales donde algún ciudadano lo pueda probar para ser capaz de entender las limitaciones de la edad.
"La vejez no se cura con una pastilla, es inherente al ser humano. Tarde o temprano todos nos haremos viejos" dice a Onda Cero el investigador Stefan Walker, Pero el objetivo añade la geriatra Marta Checa "es llegar con salud, y disfrutar de los últimos años de vida con autonomía"
El hospital de Getafe lidera 4 proyectos europeos de investigación en geriatría. Sólo en Madrid 1 millón 100.000 ciudadanos tiene más de 65 años. La unidad de geriatría de Getafe está reconocida con numerosos galardones y es un referente a nivel español y europeo.