En 'Más de Uno Cantabria' hablamos con la hermana Felisa Ugalde que el pasado verano tuvo que abandonar el convento del Barrio Pesquero. Unas monjas que realizaron labores de todo tipo en el barrrio desde enseñar a leer y escribir, facilitar comidas a los vecinos que los necesitasen o cuidar de enfermos.
Ellas, las Hermanas Mercedarias, cuidaron del padre Alberto Pico, el conocido párroco del Barrio Pesquero.