El expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps niega en las respuestas contestadas por escrito al juez instructor del 'caso Nóos', José Castro, que hubiera una reunión en el Palacio de la Zarzuela con el Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, para hablar de la celebración de los Valencia Summit, y también niega que se reuniera con él o con su socio en la ciudad o cualquier otro lugar a propósito del proyecto.
Camps declaró por escrito el sábado en su despacho oficial del Consell Jurídic Consultiu, en Valencia, a 64 preguntas planteadas por el ministerio fiscal y a ocho de Manos Limpias. La mayoría de sus respuestas son negaciones o la afirmación de "lo desconozco" a las cuestiones, mientras que las más largas hacen referencia a la celebración de los Juegos Europeos, evento que atribuye a una decisión "política" del Consell y al Parlamento valenciano, según el escrito al que ha tenido acceso Europa Press.
En sus respuestas, asegura que en todas las administraciones a las que ha pertenecido ha dejado "libertad absoluta" a los servicios jurídicos y a los funcionarios para elaborar los procedimientos "correspondientes en cada circunstancia, limitando mi papel al estrictamente asignado en cada responsabilidad política".
El expresidente señala que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, le comentó la posibilidad de celebrar un congreso que uniera deporte y proyección de la ciudad, aunque niega que él mantuviera una reunión o entrevista con Urdangarin y su socio, Diego Torres. Preguntado por si estuvo la alcaldesa, contesta: "no se produjo". De igual modo, responde con un "no" a las preguntas sobre si se reunió con los responsables de Nóos en cualquier otro lugar, si le propusieron el proyecto; si le dijeron que representaba al instituto y que fuera una asociación sin ánimo de lucro.
Preguntado por quién decidió que fuera la Comunidad y el Ayuntamiento quienes organizasen conjuntamente y asumiese por mitad los costes del proyecto responde: "imagino que los organismos correspondientes". El expresidente también niega haber facilitado a Urdangarin y su socio un listado de instituciones y empresas para presentar la iniciativa. El expresidente responde que no comunicó "a nadie" --ni persona, funcionario o responsable político-- el proyecto y no puso en contacto a los responsables de Nóos con los representantes de Ciudad de las Artes y las Ciencias (CACSA).
Asimismo, niega que comentara con el entonces consejero de Economía y presidente de Cacsa Gerardo Camps el proyecto, ni con Luis Lobón, secretario autonómico, ni que ambos le hubieran comentado la propuesta del proyecto presentado por Urdangarin para que fuese financiada por CACSA. Preguntado por quiénes lo hicieron, contesta que "nadie", y niega haber dado ninguna instrucción al respecto.
POR QUÉ LO ORGANIZÓ CACSA
Inquirido por la razón por la razón por la que fue CACSA la encargada de organizar el proyecto, responde que ésta es una cuestión que le corresponde a la entidad "que es un organismo autónomo, con su Consejo de Administración, con su dirección, con su presupuesto y con capacidad para tomar decisiones, siempre bajo el prisma de la ley y del interés general, que es como siempre ha actuado CACSA".
El expresidente asegura desconocer por qué la relación se articuló a través de un convenio de colaboración y dice desconocer quién fijó el precio del proyecto; en base a qué criterios y si se realizó algún análisis previo del precio. En esta línea, contesta con un "obviamente no, en consecuencia a las contestaciones anteriores" a la pregunta de si influyó en él a la hora de trasladar el proyecto a CACSA "la presencia de D. Iñaki Urdangarin dada la posición social e institucional de este último".
Interrogado sobre si sabe de la necesidad de abrir un expediente y solicitar los informes jurídicos, técnicos y análisis antes de formalizar un contrato o convenio de colaboración, Camps señala que en todas las administraciones de las que ha formado parte ha dejado "en libertad absoluta a los servicios jurídicos" y funcionarios para elaborar "los procedimientos correspondientes en cada circunstancia", donde su papel quedaba limitado al "papel estrictamente asignado en cada responsabilidad política".
En esta línea, defiende que la administración y sus organismos actúan "siempre bajo el principio de legalidad" y sobre si debería haberse abierto en CACSA expediente con esos informes, apunta que son los servicios jurídicos de ese organismo quienes toman la decisión. En este sentido, subraya que quien tomaba las decisiones en la Ciudad de las Artes y las Ciencias era el "consejo de administración y su director general". Camps afirma desconocer los extremos en relación con la prórroga de convenio y si CACSA pidió justificación del destino de los fondos públicos entregados a Nóos.
JUEGOS EUROPEOS
Sobre los Juegos Europeos, explica que el vicepresidente del Consell en 2005, Víctor Campos, le indicó antes de ese verano la posibilidad de celebrarlos y después del verano, en una audiencia en el Salón Dorado del Palau, Campos "y el vicepresidente del Comité Olímpico Español, Ignacio Urdangarin, y otras personas que no recuerdo me hablaron de esa posibilidad, cierta".
El expresidente justifica que el debate de una comunidad en la que se fuese "desarrollando distintos eventos deportivos", los grupos parlamentarios propusieron al Consell que "apostaran" por esa celebración "incluso recabando el apoyo del Gobierno de España", por lo que indica que es el parlamento "el que hace suya esta idea". "Fue una decisión política del Consell y del Parlamento Valenciano", argumenta, aunque asegura no conocer quién decidió el precio del convenio ni en base a qué criterios.
Camps apunta a que el convenio "se aprueba en el Consell después de los trámites administrativos y jurídicos correspondientes a todo convenio" y explica que tuvo una nueva audiencia en el Palau sobre esta cuestión con miembros del Consell, Urdangarin y Alejandro Blanco.
Preguntado por quién se encargó de la tramitación previa a la firma del proyecto, ha indicado que debieron ser "los servicios jurídicos y los servicios correspondientes que recogerían este proyecto".
Inquirido por cuándo se anuló, el expresidente alarga su exposición por la incompatibilidad con la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos en 2006. Al perder la posibilidad, se retomó la idea de continuar pero con la decisión de volver a presentarse para los de 2020, mantuvo una conversación con el entonces alcalde de Madrid, Alberto Ruíz-Gallardón, a quien le dijo que "por lealtad" a España anulaba la visita pendiente al presidente del COI en Lausana "y a cambio solo le pedía que mantuviese a Valencia como subsede de vela" en su candidatura.