La Sierra de Guara, el Valle de Benasque y Ordesa son las zonas donde se producen más rescates, sobre todo entre el 1 de mayo y el 1 de noviembre. El senderismo es la actividad con mayor accidentalidad, aunque los mortales se relacionan con la actividad de alta montaña. Se reducen los accidentes y el número de fallecidos, pero la Guardia Civil detecta que muchos accidentes están vinculados a no saber renunciar a una actividad planificada. La Benemérita realizó el año pasado rescates especialmente complicados, como el de una mujer que calló por una pared de 150 metros en el Pico Balaitus, o la evacuación de cien personas el pasado verano a consecuencia de una riada en el refugio de la Renclusa.