La campaña también intenta concienciar sobre la importancia de adquirir estilos de vida saludables como alternativa a la medicación. El ejercicio regular y una dieta equilibrada, pueden evitar o prevenir el uso de muchos medicamentos. Los fármacos más consumidos por los aragoneses son los protectores gástricos y los medicamentos para el colesterol. También destaca el uso de opiáceos en el tratamiento del dolor, que ha aumentado notablemente en los últimos años.