La reforma del Impuesto de Sucesiones ha provocado discrepancias entre las dos formaciones que sustentan el Gobierno aragonés, PSOE y Chunta, que aseguran estar negociando en un clima cordial y de lealtad. El consejero nacionalista, José Luis Soro, rechaza elevar de 150.000 a 500.000 euros las herencias exentas de tributar, tal y como los socialistas pactaron con Ciudadanos.
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Sin embargo, está de acuerdo en que es necesario igualar ese impuesto al de otras comunidades, y podría apoyar el proyecto de ley en el Consejo de Gobierno, para que después se tramite en las Cortes. Soro apunta que los diputados de Chunta presentarán enmiendas al texto del Gobierno. En cualquier caso, cree que es fundamental que el debate que existe en la calle en torno a este tributo se traslade al parlamento, una opinión que comparte el consejero de Hacienda, el socialista Fernando Gimeno.
La posibilidad de reformar el Impuesto de Sucesiones iba a debatirse en una Comisión Especial de Estudio, a partir del próximo lunes. Sin embargo, tras el pacto entre PSOE y Ciudadanos, todos los grupos parlamentarios han acordado suspender esa Comisión para centrar sus esfuerzos en el trámite legislativo. La presidenta del órgano y representante de Podemos, Violeta Barba, lamenta que la negociación se haya realizado fuera de la Comisión.