Un año después del brote de brucelosis que obligó a sacrificar 10.000 cabezas de ganado ovino en la Puebla de Valverde los ganaderos afectados continúan sin conocer el origen de la enfermedad y muchos de ellos no han recuperado ni siquiera la actividad
Solo han recibido las ayudas tipificadas por ley en cada caso, pero no los extras que habían demandado por causa de fuerza mayor debido a los despidos que tuvo que afrontar cada explotación por el cese de la actividad.
Este episodio supuso un desastre para la economía de la zona, ya que afectó al 90% de las explotaciones de la comarca de Gúdar-Javalambre.