Los hosteleros confirman que el verano ha atraído menos visitantes a la provincia de Teruel.
La inestabilidad de la economía, la subida de las hipotecas y el hecho de que se haya perdido el miedo a las aglomeraciones tras la pandemia se perfilan como los principales motivos para que los viajeros se hayan decantado por el turismo de playa.
De cara a los meses de otoño, los hosteleros cruzan los dedos para que sea lluvioso y de esta manera se potencie el turismo micológico, principal foco de atracción para el público levantino.