En la banda, el colegiado gaditano José Caucelo Sace, que actuaba como asistente, se percata de la situación y se da cuenta de la cara de disgusto del chaval, abocado a no poder seguir jugando al no tener otras botas. Ni corto ni perezoso, el colegiado pregunta al jugador por su número de pie y, al coincidir con el suyo, le ofrece la opción de cederle sus botas. El chaval acepta encantado. Y Pepe Caucelo continúa en encuentro arbitrando descalzo.
Un gesto cargado de simbolismo que el protagonista ha explicado en los micrófonos de Onda Cero Cádiz. Para Caucelo "fue un gesto espontáneo, me salió de dentro al ver que la situación me tocaba la fibra, no esperaba que tuviera tanta trascendencia". El colegiado ha admitido que está un poco abrumado con todas las llamadas que ha recibido en estos días: "me ha llamado hasta Luis Rubiales, el presidente de la RFEF, para darme la enhorabuena y decirme que estos gestos engrandecen el fútbol". Asimismo, Pepe Caucelo ha manifestado que "en veinte años que llevo en el arbitraje jamás me había pasado algo parecido". Sin duda un gesto honroso que es digno de aplauso.