El club también está siendo investigado por "colecta de datos de carácter personal a través de un medio fraudulento, injusto o ilícito", por "tratamiento de datos personales sin autorización" y por registro o conservación de datos en los que directa o indirectamente aparecía el origen racial o étnico de los jugadores.
Las pesquisas, según las fuentes, están en manos Brigada de Represión de la Delincuencia contra la Personas (BRDP) de la Policía Judicial parisina y se iniciaron el pasado viernes tras la denuncia presentada por la Liga de Derechos Humanos (LDH).
El caso saltó después de que "Football Leaks" difundiera el pasado 8 de noviembre que el PSG introdujo criterios de tipo étnico al fichar a jóvenes para su centro de formación, algo que está prohibido en la legislación francesa.
En el ojo de esa acusación está Marc Westerloppe, responsable de la llegada de jóvenes promesas al club parisino desde 2013, que en una reunión dejó claro que había "demasiados antillanos y africanos" y que la dirección quería más franceses.
El PSG ha reconocido que, entre 2013 y 2017 y a iniciativa de un responsable de captación, se catalogó a los jugadores según su origen étnico, pero alega que eso no implicó "discriminación en el nivel de observación, evaluación y fichaje" de estos.