CON OLVIDO MACÍAS
Cuentos chinos: ¿Y tú de quién eres?
La culpa fue de las pipas, de esas cáscaras que unos guarros dejaron regadas en la acera. Ellos esperaban a sus padres sentados en un escalón del portal cuando apareció ese hombre mayor tan impertinente y se les quedó mirando con fruición.