Madrid |
Pues eso es lo que les ocurre a las bolsas, que se les ha instalado el miedo en mitad del parqué, como si fuera un okupa. Hoy la bolsa española ha retrocedido alrededor de un 3 y medio por ciento. En seis jornadas ha descendido un 11%. Las bolsas europeas van a cerrar la peor semana desde 2011, aquella era la época de la segunda ola de la crisis de la deuda. Las empresas se atropellan unas a otras lanzando advertencias de impacto. Es el caso de Volkswagen que sigue los pasos de Fujitsu y anuncia un Ere temporal. Goldam Sachs estima que la onza de oro puede llegar a los 1.800 dólares. Y no nos queda ni la cerveza, la mayor cervecera del mundo, Anheuser-Busch, veía como sus acciones retrocedían un 11% como la espuma sin presión.
Donde ha habido presión ha sido en el Congreso. Como si estuviera de promociones, la ministra de Hacienda ha colado dos techos de gasto, Uno de ellos, el de 2021, subrepticiamente por la buhardilla, por sorpresa. Hoy se ha aprobado el límite de gasto del 2020 y el del año que viene. Y eso sin saber cómo han cerrado las cuentas del pasado ejercicio. Hacienda es maestra en esto de mover el cubilete contable. El techo de gasto es para el Estado como el límite de crédito que nos colocan en nuestras tarjetas bancarias. Por eso es importante. Es lo máximo que puede gastar la Administración Pública. Lo exige la Unión Europea. Porque la realidad y la experiencia muestra, que los Gobierno rompen el techo como si fueran de escayola y dejan todo lleno de goteras, las del déficit y la deuda. Y las cuentas llegan con el apoyo en forma de abstención de Esquerra Republicana de Catalunya. A ellos el techo y los Presupuestos de España les da igual, quieren la independencia, pero a la vez señalan que el Gobierno está cumpliendo en la mesa de negociación y ellos, pues también.