LA BRÚJULA

La mirada cítrica: "El miedo en los mercados ha cavado trincheras"

Los efectos de la crisis del coronavirus se complican. El cierre de colegios en Madrid y Vitoria generará distorsiones en las familias y en las empresas.

ondacero.es

Madrid |

La conciliación laboral no es, precisamente, una de las fortalezas del mercado de trabajo en España. El presentismo es una constante. Tampoco somos unos genios en el teletrabajo ni en la eficiencia en las reuniones. Así que habrá que aprender. Primero, las reuniones. Está bien verse, pero ya nos conocemos, incluso demasiado. Así que el correo electrónico, los programas de comunicación no presenciales o las videoconferencias son maravillosos. El coronavirus va a hacer más por el teletrabajo que 25 años de internet.

Además, con esta crisis sanitaria se necesita mejorar la eficacia en el trabajo. Como apunta el Gobierno hay que racionalizar y flexibilizar los turnos laborales. Lo que no es recomendable es traspasar la responsabilidad de los críos a los abuelos. No es buena idea. Estamos ante acontecimientos nuevos y los griegos decían que las crisis son momentos de oportunidad. En los mercados el miedo de los inversores ha cavado trincheras. Las bolsas acumulan pérdidas. La española ha hoy bajado casi un 8% y desciende a niveles de los 7.700 puntos.

Desde el referéndum del Brexit y de la hecatombe de Lehman Brothers no se vivía momentos de tanta inquietud en los mercados financieros. Hasta Wall Street ha tenido hoy problemas para arrancar. Y ahora que las bolsas lo tienen crudo, llega Arabía Saudí y lanza una guerra de precios en el crudo contra Rusia. El barril de petróleo ha llegado a caer un 30%. La mayor caída desde la Primera Guerra del Golfo. Esto que puede ser una buena noticia para los consumidores no deja de generar más incertidumbre. El gran perdedor no será Putin, por cierto. El gran derrotado en esta guerra del petróleo será Nicolás Maduro, será de nuevo Venezuela.