"Para tranquilizar a la sociedad y a los trabajadores, decirles que trasladar una fabrica es inviable y no se puede cerrar ya que tardaría unos diez años en volver a tener rentabilidad", nos ha contado Carnero.
También ha querido explicar que "hay un riesgo pero no es por esta semana de disturbios sino por el año 2017 y estamos siendo observados por el consorcio", afirma que "esta falta de diálogo y esta situación de confortación y violencia evidentemente no gusta a la multinacional".
Pese a todo esto, SEAT, este año, va a romper el récord del pasado y desde ese punto de vista "debemos decir que tendríamos una estabilidad que mejoraría la situación".
"El paro que se realizó cortando varias carreteras nos afectó y tuvimos que hacerlo aunque no quisiéramos", relata cómo les avisaron desde la policía de que si no lo hacían sufrían el riesgo de que 6.000 trabajadores se quedaran atrapados en los autobuses por horas.
"Un grupo de violentos está provocando unas perdidas millonarias para esta empresa y lo lamentaremos dentro de años".