LA BRÚJULA

La Carta de Ónega a Barcelona: Miedo al contagio

Buenas noches Barcelona. Buenas noches a ti, ciudadano o ciudadana de Barcelona, que hoy terminas el día con el miedo en el cuerpo.

ondacero.es

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Miedo al coronavirus que produce la impresión de que te puede inundar en una segunda oleada. Te habían dicho. Nos habían dicho que con el calor el Covid se retiraba hasta el otoño y llegaron las altas temperaturas. Y no fue verdad. 938 infectados deja la estadística de las últimas 24 horas en Cataluña y la mitad en Barcelona y en su área metropolitana, con 29 brotes distintos en los peores días barceloneses.

En esos días en que cada año vuestra ciudad es una de las más visitadas del mundo, porque a Barcelona hay que vivirla y hay que verla varias veces en la vida, he seguido vuestras noticias a lo largo del día y sé cuál es vuestro miedo. Es miedo al contagio. Es miedo hablar con personas que no conoces. Es miedo de los padres o saber con quién se juntan sus hijos. Es miedo a lo desconocido porque no se sabe dónde están y cómo llega. Es miedo a las consecuencias económicas, sobre todo en el turismo. Y es miedo. Como decía aquel estadista al miedo mismo, no eres el único lugar amenazado en España ni en Europa. Claro que no aparecen brotes por todas partes. Vertu Barcelona nos duelas por porque eres muy grande, porque hemos pisado tus calles, porque se empezó a hablar de confinamiento general. Aunque la alcaldesa los rechaza y no nos imaginamos confinada a la gran ciudad cosmopolita y abierta. En el fondo te escribo Barcelona para decirte lo que dijo el ministro.

Ella que hagáis caso de la autoridad, que si el virus ronda por nuestras calles no le deis oportunidades y se las dais barceloneses. Se las estáis dando porque Ada Colau reveló que la mayor parte de los contagios surgen de reuniones de amigos y familias. Se lo estáis dando porque vuestra Guardia Urbana tiene que hacer 1700 advertencias diarias por incumplimiento de normas de prevención. Despierta Barcelona que te necesitamos, Ana y vitalista. Despierta Barcelona, aunque no te sientas obligada, porque quien te ordena obedecer es quien te habla de desobediencia. Despierta Barcelona porque necesitamos tu encanto. Te necesitamos libre de miedos. Necesitamos tu seducción.