Una juez procesa al empresario que simuló besar a la líder de Podemos, Teresa Rodríguez
La titular del juzgado de instrucción 11 de Sevilla ha dictado auto de procesamiento contra el empresario Manuel Muñoz Medina que simuló besar a la líder de Podemos, Teresa Rodríguez, en un acto en la Cámara de Comercio, por un presunto delito contra la integridad moral o atentado a la autoridad.
En el auto, la jueza no considera que los hechos puedan considerarse una broma "como pretende el investigado hacer creer, por cuanto ni víctima ni investigado se conocían con anterioridad, ni consta hubieran mantenido una conversación dilatada y en tono de familiaridad previo aquel día, que justificara la acción realizada, lo que impide considerar la misma como una broma de mal gusto".
La jueza considera que del testimonio de la propia Rodríguez, que a petición de la defensa ratificó su denuncia en sede judicial, y de la grabación de las cámaras de la sede de la Cámara de Comercio donde sucedieron los hechos se desprenden indicios de una conducta delictiva.
Por ello, no procede el sobreseimiento de la causa pedida por la defensa sino continuar con el procedimiento y da diez días a la Fiscalía para que se pronuncie sobre el archivo o la apertura de juicio oral previa calificación de los presuntos delitos.
No obstante, las partes tienen también tres días para recurrir este auto en reforma ante el juzgado y en apelación a la Audiencia,y la defensa ya anunció en su día que en caso de procesamiento recurriría.
Los hechos se remontan al 20 de diciembre de 2016 durante una copa institucional de Navidad celebrada en la Cámara de Comercio de Sevilla a la que fue invitada como coordinadora general de Podemos y parlamentaria andaluza Teresa Rodríguez.
En un momento dado, la diputada subió al piso superior a saludar al presidente de la Cámara y representantes de la misma y en la escalera Manuel Medina, que tuvo que dimitir como vocal de la Cámara de Comercio a raíz de esta denuncia, presuntamente se "abalanzó" sobre ella arrinconándola contra la pared y puso su mano sobre la boca de ella para simular besarla.
La instructora no considera "que la víctima exagere o falte a la verdad, como refiere la defensa" ni que "los hechos acaecieron en un ambiente de distensión, pues son los propios testigos que han depuesto en autos quienes refieren lo contrario, e incluso el presidente de la Cámara de Comercio menciona que tras lo sucedido llegó a remitir una carta de disculpas a la víctima por el comportamiento del vocal investigado".
"Ello unido a la falta de relación personal previa entre las partes implicadas, el lugar y acto publico que se desarrollaba en la Cámara de Comercio y que justificaba la presencia de la señora Rodríguez Rubio como autoridad pública, impiden que proceda acordar el sobreseimiento interesado por la defensa", añade el auto.
Corresponde a la Fiscalía y a la acusación particular calificar los hechos, si bien en su auto la jueza considera que pudieran ser constitutivos de un delito contra la integridad moral, que conlleva penas de cárcel, o contra el orden público por la condición de autoridad publica de Teresa Rodríguez como diputada.