SALUD

Qué es el trastorno disfórico premenstrual, según una ginecóloga: síntomas más graves que el SPM

Miriam Méndez

Madrid | 16.01.2024 09:58

Qué es el trastorno disfórico premenstrual, según una ginecóloga
Qué es el trastorno disfórico premenstrual, según una ginecóloga | Pixabay

El Síndrome Premenstrual (SPM) se caracteriza por una serie de síntomas como irritabilidad, ansiedad, estados depresivos, dolor en los senos y dolores de cabeza, que suelen presentarse entre siete y 10 días antes de la menstruación, tal como indica el Manual MSD, el archivo de consulta para profesionales médicos.

Estos síntomas son una parte común del ciclo menstrual de muchas mujeres. No obstante, cuando estos signos se intensifican en severidad, podrían indicar la presencia de una condición más grave conocida como Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM), que implica una manifestación más aguda de estos síntomas premenstruales.

¿Qué es el Trastorno Disfórico Premenstrual?

Janet Abanto Álvarez, ginecóloga y obstetra en el Centro clínico Betanzos 60, explica que el Trastorno o Desorden Disfórico Premenstrual (DDPM) es la exacerbación patológica de los cambios físicos y psíquicos que ocurren durante la fase luteínica (ovulación) en el ciclo femenino normal. "Se postula entre sus múltiples causas a factores genéticos, neurobiológicos y endocrinológicos, íntimamente relacionados", añade.

De acuerdo con la especialista, la menstruación es el proceso de descamación periódica del endometrio característica de los mamíferos, con repercusión hormonal cíclica que afecta a todo el organismo de la mujer y no sólo al endometrio. Por este motivo, aclara, se dan variaciones normales en la conducta, humor, peso, apetito, libido y temperatura corporal, tanto en la fase folicular (inicio del ciclo menstrual) como en la luteínica (ovulación) del ciclo.

Cuando estos cambios se manifiestan de forma exacerbada, son considerados como una forma patológica de este proceso normal femenino, dando origen al Trastorno Disfórico Premenstrual (DDPM).

Factores de riesgo que aumentan la posibilidad de desarrollar este trastorno

Se ha determinado que el pico de máxima elevación sintomática se produce alrededor de los 40 años, iniciándose en la segunda década, en lugar de en las primeras menstruaciones. La ginecóloga señala que los factores de riesgo asociados al Trastorno Disfórico premenstrual son los siguientes:

  • Se presenta frecuentemente entre los 25 /35 años de edad.
  • Duración atípica de los ciclos menstruales, reportándose mayor incidencia en mujeres con ciclos más largos o más cortos que los promedios o normales.
  • Los anticonceptivos orales no inciden en su aparición.
  • Las mujeres con trastornos psiquiátricos pasados o actuales son más propensas a padecer trastorno disfórico premenstrual.
  • Historia familiar de síndrome premenstrual, se considera una entidad hereditaria.
  • Estresores psicosociales como el abuso físico o sexual.

A pesar de que el Trastorno Disfórico Premenstrual no tiene una causa exacta que lo genere, algunos estudios revelan que estaría relacionado con cambios en niveles hormonales durante el ciclo menstrual.

El nivel de sustancias químicas en el cerebro o neurotransmisores como la serotonina puede contribuir al síndrome premenstrual.

Otras investigaciones apuntan a la existencia de un gen heredado por algunas mujeres que favorece el desarrollo del trastorno disfórico. "Si una mujer tiene estos síntomas y no se detienen al poco tiempo de inicio de su período menstrual, es posible que tenga otro trastorno como depresión", alerta la doctora.

Trastorno Disfórico Premenstrual: síntomas

Janet Abanto explica que el Síndrome Premenstrual -PMS (padecido por el 75-80% de las mujeres) produce sintomatología predominantemente somática y no incapacitante. Es decir, un conjunto de síntomas que son principalmente de naturaleza física (somática), en lugar de ser psicológicos o emocionales. No obstante, no son lo suficientemente severos como para incapacitar a la persona o interferir de manera significativa con sus actividades diarias.

Por el contrario, de acuerdo con la ginecóloga, el Trastorno Disfórico Premenstrual (padecida por el 5-8% de las mujeres), es una entidad con sintomatología somática y afectiva (trastornos del ánimo) que produce disfunción o incapacidad significativa.

Ambas afecciones premenstruales pueden causar hinchazón, sensibilidad en los senos y cambios en los hábitos de alimentación y del sueño. Sin embargo, en el Trastorno Disfórico Premenstrual produce al menos uno de los siguientes síntomas emocionales y conductuales:

  • Tristeza o desesperanza.
  • Ansiedad o tensión.
  • Mal humor extremo.
  • Irritabilidad o ira marcadas.

"Varios de estos síntomas tienen necesariamente que encontrarse presentes en la mayoría de los ciclos durante un año", añade la doctora.

¿Cómo afecta el trastorno disfórico premenstrual la vida diaria de las personas que lo padecen?

La doctora Abanto Álvarez sostiene que los síntomas mencionados anteriormente producen mal desempeño de las tareas habituales cotidianas. "Por ejemplo, una mujer que desarrolle el síndrome a los 20-25 años, puede pasar 1.500 a 3.000 días de sufrimiento y discapacidad hasta que llegue la menopausia", cuenta la especialista, y añade que los síntomas somáticos más comunes son los siguientes:

  • Mastodinia (dolor de mamas).
  • Edemas e hiporexia (falta de apetito).
Por ejemplo, una mujer que desarrolle el síndrome a los 20-25 años, puede pasar 1.500 a 3.000 días de sufrimiento y discapacidad hasta que llegue la menopausia

A esto se añaden síntomas psíquicos como:

  • Irritabilidad y labilidad emocional
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Insomnio
  • Hipersomnia
  • Falta de energía
  • Disminución del rendimiento intelectual
  • Incapacidad o disfunción significativa que, además de afectar a la vida cotidiana, tiene repercusiones en la vida laboral, de pareja y familiar, “por lo que muchas pacientes también precisan ayuda psicológica”, incide.

Posibles tratamientos del Trastorno Disfórico Premenstrual

En este contexto, la ginecóloga identifica cuatro tratamientos principales dirigidos a prevenir o minimizar los síntomas de este trastorno.

En primer lugar, los antidepresivos. Concretamente, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como la fluoxetina y la sertralina, son efectivos para disminuir los síntomas emocionales, la fatiga, los antojos de alimentos y los problemas para dormir asociados a ciertas condiciones. De acuerdo con la ginecóloga, estos medicamentos pueden ser administrados durante todo el mes o únicamente en el período comprendido entre la ovulación y el inicio del ciclo menstrual.

Por otro lado, los anticonceptivos orales, especialmente aquellos sin un intervalo sin píldoras o con un intervalo reducido, han demostrado ser eficaces en la disminución de los síntomas.

Además, el uso de suplementos nutricionales es una opción valiosa. El calcio, a razón de 1.200 miligramos diarios, junto con la vitamina B-6, el magnesio y el L-triptófano, son beneficiosos. El sauzgatillo, conocido científicamente como Vitex agnus-castus, también contribuye a reducir la irritabilidad, los cambios de humor, la sensibilidad en los senos, la hinchazón, los calambres y los antojos de alimentos, todos síntomas relacionados con el trastorno disfórico premenstrual.

Finalmente, implementar cambios en la dieta y en el estilo de vida es fundamental. Realizar ejercicio de manera regular, reducir la ingesta de cafeína, evitar el alcohol y dejar de fumar son medidas recomendadas. Asegurar un sueño adecuado y practicar técnicas de relajación como la meditación y el yoga pueden ser de gran ayuda.

"También resulta importante evitar desencadenantes estresantes y emocionales, tales como discusiones sobre asuntos financieros o problemas relacionales, siempre que sea posible", finaliza Janet Abanto.