"Sé que con esfuerzo y sacrificio la Iglesia en Cuba trabaja para llevar a todos, aun en los sitios más apartados, la palabra y la presencia de Cristo", dijo el pontífice ante una multitud que se congregó en la Plaza de la Revolución Calixto García Íñiguez.
"Una mención especial merecen las llamadas 'casas de misión' que, ante la escasez de templos y de sacerdotes, permiten a tantas personas poder tener un espacio de oración, de escucha de Palabra, de catequesis y vida de comunidad", dijo.
"Son pequeños signos de la presencia de Dios en nuestros barrios y una ayuda cotidiana para hacer vivas las palabras del apóstol Pablo: 'les ruego que anden como pide la vocación a la que han sido convocados'".
De este tipo de casas hay en la actualidad setenta en la diócesis de Holguín, donde existen 32 parroquias y 18 locales dedicados al culto."'Sean siempre humildes y amables, sean comprensivos, sobrellevándose mutuamente con amor; esfuércense en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz", citó Bergoglio de San Pablo.
Las casas de misión son una iniciativa evangelizadora que nació en la década de los setenta del pasado siglo y, aunque no fueron bien valoradas por las autoridades de La Habana, nunca se dictó su prohibición; en toda Cuba hay actualmente 2.330.
Se trata de lugares donde se celebran bautismos, funcionan comunidades estables y hay celebraciones sistemáticas y han sido considerados por la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba como "una de las mayores fortalezas de la Iglesia".