La policía se incautó en la operación de dos cinturones explosivos, una pistola ametralladora con un equipo de visión nocturna y siete pistolas, explicó el Ministerio del Interior en un comunicado.
Asimismo, confiscaron cuatro armas blancas, una gran cantidad de munición, dos equipos de telecomunicación inalámbrica, pantalones de camuflaje, porras eléctricas y elementos químicos, supuestamente utilizados en la fabricación de explosivos.
Con esta operación, los servicios de seguridad "frustraron un plan terrorista peligroso", según Interior, que indicó que los miembros de esa célula recibieron órdenes de comandantes militares del EI en Siria, Irak y Libia para perpetrar atentados en Marruecos.
Los arrestos se registraron en cuatro localidades: Al Yadida, Salé, Al Gara (las tres en la costa atlántica) además de Uad Amlil (centro).
Las armas fueron encontradas en un escondite preparado por el supuesto cabecilla del grupo en Al Yadida (200 kilómetros al sur de Rabat), donde durante la operación se escucharon "disparos reales y deflagraciones" cuando la policía se disponía a detener a algunos de los miembros, según el portal le360.ma.
La web señaló asimismo que la operación estuvo dirigida en el lugar por el máximo jefe de la policía marroquí, Abdelatif Hamuchi.
El Ministerio de Interior, que libra una guerra preventiva contra el yihadismo y todo tipo de redes afines, explicó que los detenidos también planeaban reclutar a más terroristas jóvenes para cometer "ataques de sabotaje" (que no precisa) con el fin de causar el mayor número de víctimas, sembrar pánico entre los ciudadanos y desestabilizar el país.
El pasado 21 de diciembre, el máximo responsable de la lucha antiterrorista en Marruecos, Abdelhak Jiam, informó de que los servicios de seguridad de su país arrestaron a 548 supuestos terroristas en los últimos dos años tras desmantelar 40 células yihadistas.