El organismo meteorológico activó de madrugada la alerta amarilla, primero de sus tres rangos de advertencia que indica la posible llegada de olas de hasta 1 metro de altura. La alerta afecta a todas las costas orientales del archipiélago, así como a los litorales occidentales de la prefecturas de Aomori (norte del país) y Kagoshima (suroeste).
En el puerto de Kuji, en la prefectura de Iwate (noreste), se han registrado olas de hasta 80 centímetros de altura a las 9.38 hora local (00.38 GMT), mientras que en la localidad de Erimo de la isla septentrional de Hokkaido, la marea subió unos 40 centímetros, según datos de la Agencia Meteorológica nipona (JMA). Además, en muchos puntos de la costa Pacífico del país se han detectado tsunamis de unos 30 centímetros o subidas de la marea de 10 centímetros.
En la localidad costera de Futaba, donde se ubica la accidentada central nuclear de Fukushima Daiichi, las olas han alcanzado unos 12 centímetros, según datos del regulador nuclear nipón, que por el momento no ha informado de ningún incidente en las instalaciones atómicas. Asimismo, en la bahía de Tokio, se ha registrado una leve subida de la marea que ha causado la cancelación de varios ferris que realizan trayectos desde los puertos de la capital.
La Agencia Meteorológica nipona prevé que el riesgo de tsunamis "continúe durante varias horas" y recomienda a los residentes de áreas costeras que "eviten entrar en el mar o acercarse a la costa", según dijo el director de Observación de Terremotos y Tsunamis, Yohei Hasegawa, en rueda de prensa. El noreste de Japón resultó devastado el 11 de marzo de 2011 por el tsunami que provocó un terremoto de 9 grados en la escala abierta de Richter.
El temblor de magnitud 8,4 Richter que sufrió Chile el jueves ha dejado once muertos, nueve heridos y 610 damnificados, además de ocasionar daños a cientos de viviendas, según fuentes oficiales chilenas. El seísmo también generó un tsunami de unos 4,5 metros en la costa central del país andino.
Japón ya ha registrado anteriormente tsunamis generados por terremotos en Chile que han atravesado el océano Pacífico hasta llegar a sus costas. De hecho el que produjo el terremoto de Valdivia de 1960, el mayor de la historia jamás registrado, causó un tsunami de entre 1 y 4 metros que llegó a Japón un día después y causó unos 140 muertos. Otros como el de 2010, que alcanzó los 8,8 grados, también provocaron olas de más de un metro en Japón, aunque en este caso no dejaron víctimas ni heridos.