En su informe, la agencia destaca que España se ha beneficiado de los efectos de dos reformas laborales, que han permitido mejorar la competitividad del sector exportador y de servicios, así como de mejores condiciones de financiación.
Según S&P, la economía española registrará en los próximos cuatro años un crecimiento nominal en el entorno del 4%, que permitirá continuar reduciendo el déficit de las finanzas públicas, siempre que se mantenga la recuperación del mercado laboral y no haya riesgo de deflación.