Seth tenía mucho que perder el pasado domingo y poco que ganar. Presentar la gala de los Óscar es ese momento en el que te limitas a ser el hombre que da paso a la gente que verdaderamente importa a los espectadores, aquel que tiene que hacer que la gala sea ágil, pero sosegada, el que trata de ser gracioso en medio de la tensión que se respira si la ceremonia se alarga, los premios no son los esperados o los discursos aburridos. Y su presencia sólo beneficia a la cadena que lo eligió, la ABC, que en un intento de sumar espectadores jóvenes, los menos aficionados a la pompa y los festejos hollywoodenses, buscó una cara familiar para el público juvenil y que resultase adecuada para la esperada celebración.
Ahora que ya sabemos que este objetivo se cumplió, ya que los espectadores entre 18 y 49 años subieron un 19% y tras comprobar que los miedos de muchos resultaron infundados, se podría decir que la Academia ha encontrado el ahombre que buscaba. Sin embargo el creador dePadre de Familiay Padre Made In Américaentre otras, ya ha aclarado que “de ninguna manera” repetirá el año que viene, aunque haya sido “muy divertido”.