Secretos de un estudio de radio

La contra-entrevista: Pedja Mijatovic

A las doce y dos minutos aparecía por la puerta Pedja Mijatovic. Lleva traje oscuro y una camisa desabrochada, sin corbata,  elegante pero sin pasarse, correcto.

ondacero.es

Madrid | 12.05.2014 21:12

Mirándole detenidamente resulta difícil imaginárselo de corto, como si poco quedase de  aquel jugador  que hizo historia vistiendo la camiseta del Real Madrid. Pero entonces, reparo en un pequeño cordón que asoma en el cuello de su camisa azul claro. Y entonces, como por arte de magia, vuelvo a  tener 11 años y le veo, le veo tan nítidamente como entonces, su camiseta con publicidad de Teka, chicle en boca durante los 90 minutos,  un colgante bien apretado contra la nuez de su garganta,  el pelo engominado hacia atrás… era 1998 y en mi cabeza, igual que entonces sonaba, Everything's gonna be Alright de Sweetbox

Pedja se siente cómodo, ha hecho esto millones de veces. Se sienta en la silla y fuera de micros nos pregunta cuantas personas escuchan el programa. Le llama la atención, la sociedad está dominada por internet y la televisión, sinceramente, a nosotros también nos asombra y nos alegra al mismo tiempo. –“Cuando era jugador los periodistas nos llamaban  directamente, y hablábamos con vosotros, era todo más cercano”. No puedo evitar pensar, una vez más, que cualquier tiempo pasado fue mejor. Envidio el periodismo de antes, el de verdad, el que te enseñan en la Universidad pero que ahora no existe.

La entrevista trascurre con total normalidad, en el horizonte la décima y en el recuerdo la séptima, “Valió la pena empezar a jugar al fútbol sólo por ese gol” en sus ojos se percibe la emoción, una emoción que no se puede explicar. Pedja lo intenta, pero no puede y mirando su expresión entiendes, que es algo que no sentirás jamás. Ha tenido 16 años para encontrar las palabras correctas para describir lo que sintió,  aún no las ha encontrado.

Hablamos del mercado de verano pero no se moja. “Será movidito”. En su mirada es fácil adivinar que sabe mucho más pero que no dirá ni media palabra.  No hay que olvidar que fue Director Deportivo del Club, maneja buena información.

Ya a punto de terminar con la entrevista, de repente, pronunció nueve palabras que parecían retumbar contra las paredes del estudio, “Yo sólo estuve tres años en el Real Madrid” Levanté la cabeza tan rápido como pude, es imposible pensé, no puede ser.  Pero sí, efectivamente, tres años como Conceição, Drenthe o Raúl Bravo.  El fútbol es así,  un gol te separa de la gloria, un gol para pasar a la historia, como dijo  Dostoievski  “Creo en la vida eterna, en este mundo, hay momentos en que el tiempo se detiene de repente para dar lugar a la eternidad”  El 24 de mayo en Lisboa el tiempo se detendrá para un jugador, pasará a la historia y será eterno