Mediante este acuerdo, el acusado admite haber matado a su excompañera de trabajo en abril de 2013 en una finca del municipio mallorquín de Bunyola.
En concreto, los hechos son constitutivos de un delito de asesinato con alevosía, penados con 17 años y seis meses de prisión, según consta en el escrito de conformidad.
El jurado se ha constituido, ha escuchado la breve declaración del acusado admitiendo los hechos y ha emitido su veredicto de culpabilidad.