La filosofía es capaz de explicar la inexistencia del tiempo, la física lo puede relativizar pero la biología nos muestra como las vidas empiezan y terminan y los organismos envejecen. Y de eso trata el último libro de Carlos López-Otín, que firma con su colega Guido Kroemer. Sobre el tiempo, los relojes biológicos, las enfermedades del tiempo o los intentos de hacer eterno nuestro tiempo.
Para el bioquímico, la lucha para alargar el tiempo tiene más que ver con paliar las enfermedades del tiempo, principalmente las que acortan la vida, que con hacernos eternos. Y nuestros relojes biológicos se paran, hay que darles cuerda: "la obesidad es lo que más adelgaza el sueño del tiempo". Elixires para alargar la vida los hay en los alimentos; el oscense afincado en Oviedo los prefiere encontrar en las manzanas y los quesos asturianos.
Para López-Otín, viajar en el tiempo es leer y sumergirnos en nuestros recuerdos, leyendas del tiempo. Precisamente a través del arte entendemos mucho mejor los conceptos filosóficos o científicos. Por eso, en el libro nos presenta listas de obras de arte, películas o canciones que, dice el investigador, cada uno puede ampliar con aquellas que les inspiren estas ideas.